Muchas veces nos han preguntado por qué nos llamamos Amaranto, y ha
llegado el momento de contarselos. Decidimos llamar Amaranto a este dulce
sueño, en honor a esos deliciosos dulces típicos representativos de México,
llamados “Alegrías”, que te endulzan el alma en cada bocado. Y como en
Amaranto buscamos endulzar el paladar y alegrar la vida de las personas con
nuestros postres, no encontramos mejor nombre que el ingrediente principal de
las alegrías: el Amaranto.
Así podemos decir que el amaranto, es la alegría de México. Las alegrías son
elaboradas a base de amaranto hinchado, miel, y frutos secos tales como:
nueces, pasas, cacahuetes o semillas de calabaza.
También puede sustituirse la miel, y elaborarse alegrías con chocolate negro,
chocolate con leche o chocolate blanco.
Un poco de historia sobre el amaranto…
El amaranto es rico, ancestral, y nutritivo. Proviene de una planta endémica, comestible llamada huauzontle, semejante a un racimo, cuyo significado literal es “cabellera de amaranto”.
En la época prehispánica, fue uno de los alimentos más importantes en la
alimentación de los pueblos, quizá, fueron los Mayas los primeros en usar el
amaranto al que denominaban «xtes», mientras que los Aztecas lo conocían como «huautli», y además de usarlo como cultivo, en ceremoniales, y como moneda de cambio, sus flores eran utilizadas para adornar tumbas ya que eran símbolo de la inmortalidad. De ahí el vocablo, que en griego significa planta que no se marchita.
Nutricionalmente hablando, el amaranto es considerado un “super food”, por su
alto contenido en proteína como la Quinoa, ya que contiene más proteínas que el arroz e incluso que el maíz, y hasta un 60% más que el trigo. Es rico en vitaminas A, B, C, B1, B2, B3, ácido fólico, niacina, hierro, calcio y fósforo, y sus hojas también son comestibles, por lo que se puede aprovechar toda la planta (huauzontle), la cual se prepara de diversas formas, pero la más popular en México, consiste en rellenar el racimo, capearlo y sumergirlo en un caldillo de jitomate, acompañado con frijoles negros y tortillas recién hechas. Un verdadero manjar de dioses.
Como dato curioso, cabe comentar que La NASA incluyó al amaranto en la lista de alimentos de los astronautas en misiones espaciales, pues pesa poco, nutre mucho y se digiere fácilmente 😉
Así que ya saben nos llamamos Amaranto en honor a “las alegrías” de amaranto que transmiten jubilo y felicidad para el alma en cada bocado, como los deliciosos postres que cada día elaboramos con mucho amor y cuidado en Amaranto Mexican Fusion Pâtisserie.